Una mujer mata en Barcelona a su novia: la violencia «invisible” (fuente: www.elmundo.es). Esta semana nos encontrábamos con esta noticia en algunos medios de comunicación, haciendo alusión a la Violencia Intragénero, una violencia que aun para muchos ámbitos de nuestra sociedad es “invisible”.

Pero ¿Qué es la Violencia Intragénero? Se trata de la violencia que se da en el ámbito de las relaciones afectivas y sexuales entre personas del mismo sexo.

La llaman “invisible” porque es un tipo de violencia de la que nadie habla. Parece invisible porque ni tan siquiera las víctimas de Violencia Intragénero se atreven a denunciar. Maite Mateos, Responsable del Programa de Violencia de Género – Área de Mujer y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Bilbao declaraba para ALDARTE que sólo una mínima parte de las víctimas de Violencia Intragénero denuncian su situación, pues la gran mayoría tiende a ocultarlo, pero agravado con el sentimiento profundo de que no van a ser socialmente comprendidas, muchas veces ni por la propia comunidad homosexual.

Sin duda, este asesinato de Violencia Intragénero que era noticia esta semana es sólo la punta del iceberg, pues, aunque apenas se cuente con estadísticas actualizadas y resulte muy complejo obtener información concreta sobre este tipo de violencia, es cierto que el número de personas víctimas de malos tratos por parte de su pareja (o expareja) del mismo sexo es muy alto. Richard Carroll, de la Universidad Northwestern de Chicago, afirmaba que en el 2014 entre un 25% y un 75% de las parejas homosexuales eran víctimas de violencia doméstica. Orientando nuestro foco a España y fijándonos en una de las pocas encuestas realizadas específicamente sobre Violencia Intragénero, llevada a cabo en el año 2010 por ALDARTE (Centro de Atención a Gays, Lesbianas y Transexuales de Bilbao), vemos que en torno al 60% de los encuestados estaban sufriendo o habían sufrido en el pasado alguna situación de maltrato por parte de su pareja. Asimismo, más del 90% de los encuestados afirmaban conocer a alguien que sufría en esos momentos o había sufrido en el pasado algún tipo de maltrato por parte de su pareja. De esta forma, podemos afirmar que las cifras de Violencia Intragénero no sólo se pueden equiparar a las alcanzadas en otros países sino también que, al igual que la violencia “machista”, este tipo de violencia es un problema social del mismo calado y trascendencia que la Violencia de Género en nuestro país.

Por otro lado, si nos fijamos en la legislación podríamos afirmar, de hecho, que para nuestra justicia este tipo de violencia es invisible, ya que ni siquiera se menciona en la LEY ORGÁNICA 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

La Violencia Intragénero está tipificada como Violencia Doméstica lo cual, además de establecer desde el principio una clara desigualdad entre las personas sólo por su orientación sexual, algo que atenta directamente contra el Artículo 14 de la Constitución Española, supone que no existan dispositivos específicos de actuación inmediata tras una primera denuncia para brindar la máxima protección a la víctima, asesoramiento y ayuda para salir de dicha situación, algo que sí se hace cuando la violencia es sobre la mujer por parte de un hombre.

Es cierto que la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha presentado en septiembre de 2016, en la Oficina del Defensor del Pueblo, su propuesta de borrador del ‘Proyecto de ley contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género, y de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales’. En cualquier caso, en estos momentos no deja de ser un nuevo intento de normalización e integración que, lamentablemente, parece que tardará en recibir algún tipo de respuesta concreta que nos permita comprobar que, aunque poco a poco, se sigue avanzando en este sentido en nuestra sociedad.

La violencia de género se cataloga como sexista, pues se trata de una violencia dirigida a la mujer por el mero hecho de ser mujer, mientras que en el caso de la violencia Intragénero su naturaleza puede estar más asociada a razones de diversa índole, como la diversidad funcional, al nivel económico, vivir aislado de amigos y familiares, no tener redes sociales, ser extranjero, etc., no obstante, no cabe duda que se trata de violencia igual y que supone que la víctima viva una situación de malos tratos, tanto verbales como físicos, que pueden desembocar en su muerte.

Si bien es cierto que debe ser un respaldo integral, desde todos los ámbitos de nuestra sociedad, el que debamos llevar a cabo para alcanzar esa equiparación de la Violencia Intragénero con la Violencia de Género y así poder ofrecer la máxima protección a todas aquellas víctimas de malos tratos, son aún muchos los pasos que se tienen que dar para lograrlo, siendo el primero el de la concienciación y normalización, algo que no cabe duda que exige esfuerzo y que, desde el principio, ya se antoja altamente complicado.

En cualquier caso, desde los ámbitos de la Psicología, tanto a nivel forense como clínico-asistencial, son muchos los objetivos que tenemos marcados y que estamos convencidos que podremos alcanzar si trabajamos conjuntamente. El trabajo por parte de la Psicología Forense se ha de enfocar en ayudar a alzar la voz a las víctimas, en darles autoridad ante la justicia y ayudarles a defender una situación real que vienen soportando y que, a todas luces, es preciso solucionar con medidas tajantes.

Asimismo, desde la Psicología Clínica y de la Salud también queda mucho por hacer y, precisamente esa invisibilidad, intencionada o no, de la Violencia Intragénero, dificulta mucho el establecer protocolos de actuación y diseñar herramientas para abordar estos casos de forma adecuada y eficaz. Natalia Masso, Directora de Generando Igualdad, nos comentaba que siendo la suya una plataforma de asesoramiento y ayuda terapéutica a mujeres víctimas de malos tratos por parte de sus parejas o exparejas heterosexuales, sienten que les faltan recursos para un correcto abordaje de la intervención psicológica a víctimas de Violencia Intragénero.

Sin duda, trabajar por recuperar su autoestima, para ganar en confianza y decisión para la toma de decisiones y por desarrollar habilidades que les capaciten para un mejor afrontamiento de la situación, son objetivos clave en la asistencia psicológica y, es incuestionable la labor que profesionales clínicos y de la salud están desarrollando en este aspecto, no obstante, volvemos a insistir que es clave el contar con el respaldo de todos los ámbitos (social, legal, jurídico, etc.), para que el trabajo conjunto permita que las víctimas de malos tratos por parte de la pareja o expareja, independientemente de la orientación sexual, sean protegidas de una forma integral y especializada.

En definitiva, creemos que se trata de una labor conjunta, por y para ellas, las víctimas (en sentido neutro), pero también para todos, por y para una mejor sociedad.

 

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Patricia Díaz Carracedo

Perito Judicial en Psicología Forense

Psicoterapeuta – Experta en Violencia de Género