En España seguramente no estemos familiarizados con el concepto de «interceptor» policial, pero en USA siempre han existido coches de gran cilindrada y potencia para poder perseguir a los delincuentes que gozan de vehículos de alta gama. ¿Qué ocurre en España si un delincuente se da a la fuga en un Tesla, Camaro, Ferrari, o similar?
Bien es cierto que las carreteras españolas no son tan lineales como las estadounidenses, pero, igualmente, el handicap de la velocidad de los vehículos policiales es más que evidente en muchas ocasiones.
La empresa Steeda propone dos modelos de Ford Mustang policiales a modo de interceptores, con opción de disponibilidad para embajadas o servicios especiales.
Dichos modelos se conocen como Q500 y Q750, dependiendo del paquete de preparación que lleve. El primero está basado en el Mustang GT de 8 válvulas, incorpora suspensión G-Trac, estabilizadores de aluminio, muelles deportivos, suspensión de aluminio y una serie de ajustes en el chasis que mejora el rendimiento y control del vehículo.
Además, el modelo Steeda Q500 Mustang Police Interceptor incluye en su equipo un sistema de admisión de aire frío, un sistema de escape especial y una serie de cambios electrónicos para mejorar los cv.
En cambio, el modelo Q750 lleva añadida una suspensión más avanzada y un compresor volumétrico Whipple 2.9 que aumenta la potencia del motor 5.0 de 8 válvulas hasta los 788 CV, aumentando el par de motor máximo hasta los 887 Nm.
Ambas versiones se pueden adquirir de forma uniformada, vestidos de coche patrulla, o bien como coches camuflados.