Popularmente, las personas piensan que un médico forense es simplemente aquel que hace autopsias, pero es un gran error. Tanto los médicos forenses como los peritos judiciales, son expertos en investigar las causas que llevan al resultado a analizar.
Muchos son los padres que interesados por nuestro servicio de diagnóstico, contactan con la asociación a fin de recibir soluciones para casos donde los médicos habituales no logran acertar.
En muchas ocasiones, los padres son víctimas de la desinformación que hay en internet, y pese a un tener un diagnóstico correcto, al ver síntomas “raros” o alarmantes, prefieren una segunda opinión.
Para comenzar con esta nueva sección he elegido el Coxsackievirus, o virus de Coxsackie, pues para padres primerizos o profesionales que suelen trabajar con menores, les resulta alarmante la sintomatología que dicho virus presenta.
El Coxackievirus, es un enterovirus (género de virus de ARN monocatenario positivo) es un virus que contiene ácido ribonucléico (ARN) de cadena sencilla y sentido positivo como material genético, el cual, se replica usando ADN intermedio, y permanece al grupo cuarto de la clasificación de Baltimore (Escala que clasifica los virus en función de su genoma).
En estudios serológicos se han identificado más de 60 serotipos (microorganismo infeccioso que se clasifica según los antígenos que presentan en su superficie celular) de enterovirus humanos. Atendiendo a su patogénesis en humanos y animales, se originaron inicialmente en 4 grupos, entre los cuales, se incluyen las variedades A y B del virus de Coxsackie.
Adquiere este nombre por que fue aislado por primare vez en el estado de Nueva York, en la ciudad de Coxsackie, y pertenece a la familia picornaviridae, presentan una cápside carente de envolutura vital y estructuralmente definida por una simetría icosaédrica.
Generan varias enfermedades en humanos, pero hoy de la que quiero hablar es de la famosa “enfermedad” conocida como exantema vírico de boca, pies y manos.
Generalmente es una infección que comienza en la garganta, y en un alto porcentaje de los casos estudiados es causado por el Coxsackievirus A16. Los menores más afectados (rara vez se aprecia en adultos) son aquellos que no exceden de los 10 años, y suele darse en verano y principios de otoño.
La forma de contagio habitual es cuando una persona que haya contraído la infección estornuda, tose, o se suena la nariz cerca del futuro afectado. Pero es posible contagiarse si te tocas los ojos, la nariz o la boca después de haber tocado algo o alguien contaminado con el virus, como pudiera ser un simple juguete, un pomo de la puerta o un columpio del parque.
Se propaga fácilmente durante la primera semana de evolución, y los síntomas pueden durar de 3 a 7 días. Entre los síntomas habitualmente registrados destacamos la fiebre, el dolor de cabeza, la pérdida de apetito, erupción de ampollas en manos y pies, dolor de garganta e incluso úlceras en boca, lengua, garganta y amígdalas.
El examen físico es simple, por norma general cualquier médico con un simple vistazo a las erupciones de manos y pies sirve para diagnosticar la enfermedad.
Muchos padres o tutores se preocupan pues a veces las ampollas son de aspecto desagradable, contienen líquido o son abundantes; pero desde este blog rogamos tranquilidad en estos casos pues raro es que tenga una mayor complicación.
En lo relativo al tratamiento, no existe un tratamiento específico para la infección, más que el simple alivio de los síntomas. Los antibióticos no funcionan por que la infección es vírica y no bacteriana. Para tratar los síntomas recomiendo paracetamol o ibuprofeno. Personalmente, no recomendaría dar aspirina a niños menores de 18 años por su composición de ácido acetilsalicílico.
Aconsejo además la ingesta de líquido en abundancia (a ser posible lácteos fríos) y rechazo la recomendación de tomar zumos y bebidas con gas ya que pueden ocasionar ardor en las úlceras.
Las complicaciones más habituales serán la pérdida de líquido corporal (deshidratación, por ello recomiendo beber en abundancia) y en caso de fiebres altas, convulsiones febriles. IMPORTANTE: si se originan convulsiones afebriles (sin fiembre) ir inmediatamente al hospital.
Si el menor además refiere dolor en brazos, cuello, piernas, o rigidez en ambos, acudir igualmente a urgencias.
Referencias para la redacción del artículo:
Meyer A. Pediatric infectious disease. In: Flint PW, Haughey BH, Lund V, et al., eds. Cummings Otolaryngology: Head & Neck Surgery. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Mosby; 2015:chap 197.
Romero JR, Modlin JF. Coxsackieviruses, echoviruses, and numbered enteroviruses. In: Bennette JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2015:chap 174.
Dr Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos
Perito Judicial en Medicina Forense – Perito Judicial en Psicología